Manos recias, endurecidas por el trabajo ante un sol inclemente, manos fuertes forjadas en largas horas de labor en una tierra que se cuida, que se quiere como algo propio.-
Manos recias, viriles, que se aferran con la misma fuerza a los aperos de labranza, que a la esperanza de que el tiempo sea cómplice de su sudor diario, y les permita recoger el fruto de su esfuerzo.-
Unas manos duras, fuertes y ásperas, manos nobles, manos para las caricias y la ternura.-
Hombres recios que con afán, con ilusión recorren los campos de olivos, sintiendo el orgullo de su tierra, cachitos de su vida que año tras año han ido dejando en surcos y cosechas, hombres que se han crecido ante la adversidad, para levantar con sus propias manos el campo andaluz.-
Hombres que ven impotentes, como su esfuerzo, su duro trabajo, ha sido barrido sin misericordia por un mar de agua, por un cielo azul, que ahora se ha abierto para con lágrimas amargas inundar la tierra que tanto quieren.-
Hombres de recias manos, nobles y esforzados aceituneros, no alcéis el puño enojados, ni al cielo maldigáis atormentados, unir las manos en un gesto de firmeza, que sacando la casta y la nobleza, volverán vuestros campos a estar cultivados, y preñados de un fruto de esperanza, bajo el sol que esa tierra ha bañado, esas manos volverán a ser la fuente de la tierra que con mimo, habéis labrado.
En solidaridad con el pueblo Andaluz.-
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